Opinión sobre Venezuela


Había una canción que decía vamos a contar mentiras tralará. Pues bien, hoy creo que va siendo hora de contar verdades, más concretamente sobre la situación actual de Venezuela; de porque está así, y porque los medios manipulan este tipo de información con tal de sacar provecho de ella, y así crear un falso testimonio, que hace ver que el socialismo no funciona y de que el chavismo es un fraude, bla bla bla bla bla.


Para hablar sobre la Revolución Bolivariana que ha precedido esta época post chavista, tenemos que entender qué es la Revolución Bolivariana. Vamos a definirla de manera muy breve. Bien, no es otra cosa que el término utilizado por Hugo Chávez en Venezuela para designar el cambio ideológico desde 1992 hasta nuestros días, basado en el ideario independentista, y antiimperialista del prócer Simón Bolívar, cimentado sobre las tesis de Simón Rodríguez, y basado en unos principios tales como la autonomía nacional, la democracia participativa de alta intensidad, la autarquía económica, y la ética al servicio del pueblo, y con algunos puntos como la distribución justa del petróleo y la lucha contra la corrupción y la pobreza.


Todo esto se logró en la Constitución de 1999 donde se defienden los poderes Ejecutivo, Legislativo, Ciudadano, Judicial, y Electoral.


Pues bien todo esto a corto plazo hizo que la economía se volviera mucho más sostenible al servicio de la gente, y que los poderes fácticos no tuvieran un poder superior al de la población y quedarán subordinadas a lo que se le suele llamar el poder popular. Ahora bien, esto bajo mi punto de vista tuvo un fallo, el cual fue que toda la economía del país se centró casi en su totalidad en la exportación e importación de petróleo, y que toda la economía se cimentó sobre ese recurso. ¿Cuál es el problema de esto? Que cuando se produjo la crisis del petróleo, poco antes de que Chávez muriera, el país se vio sumido en una crisis de subsistencia, e incluso se podría decir qué hizo que mucha gente le faltaran los recursos básicos para llevar una vida digna, lo que ha aprovechado la oposición desde ese momento para machacar al chavismo, sin dejarle un milímetro de tregua para intentar obrar en consecuencia, y reaccionar ante tal palo por parte de la economía.


Una frase que se ha dicho por parte de algunos sectores de la izquierda Europea, es que la oposición en Venezuela es fascismo, y esto me recuerda a una canción de Los Chikos del Maíz, qué menciona que la oposición en Venezuela es fascismo, que saquen a los tanques y los pisen como ratas. Tal vez esté no sea un modo muy ortodoxo de decirlo, pero la realidad alli es esa, ya que deberíamos preguntarnos por qué está Leopoldo López en prisión. Pues bien, no está por ser un opositor, no está por pensar diferente al líder del Movimiento Bolivariano, no lo está por disentir ideológicamente del partido que gobierna en Venezuela, no. Lo está por golpista, lo está por asesino, lo está por organizar un levantamiento no pacífico popular, y por hacer un llamamiento a que los jóvenes en las distintas universidades se levantaran en armas contra el gobierno. Recordemos, todo esto, diciendo que querían la democracia para su país. Si nos gusta la democracia, nos gusta para todo. Sobre lo que es la democracia, no entraremos en debate, semantico, sobre qué pueda significar en sentido estricto de la palabra, y cómo se ha concebido en estos últimos tiempos. En la actualidad, significa que el poder se adquiere mediante votos, y siempre con votos, no mediante otra vía, aunque todos sepamos que la democracia la cual nosotros vivimos, es un fascismo de traje y corbata, encubierto, que hace que el neoliberalismo más salvaje se apodere de la vida de la gente.


Ahora bien, mi pregunta es ¿Qué se le achaca a Maduro como mandatario? Se le llama dictador, se le llama asesino, se le llama violador de los Derechos Humanos, se le llama poco menos que Stalin, y bajo mi punto de vista, el único fallo de este hombre ha sido no saber encajar el duro golpe de la crisis del petróleo y de la devaluación del bolívar, ya que se le pinta como un dictador y ni de lejos es un dictador, ya que si se llevaran a cabo las acciones que bajo ley se tendrán que tomar contra la oposición por organización de levantamientos populares contra el pueblo armados, la mitad de la Mesa de Unidad Democrática estarían en prisión. Y sí, podéis pensar que soy un bruto, pero hay que decirlo alto y claro, Maduro es un flojo, un blandengue, y como diría una de mis mejores amigas que es de de Maracaibo, al norte de Venezuela, es un mamaguevo que no le da chicha a la candela.


Parece que en estas últimas fechas está negociando con la oposición para hacer tratados de paz y respeto mutuo, e intentar que la oposición no se levante más en armas contra la población civil, véase Ramos Allup, y su dron. Todo esto, con la indispensable ayuda de nuestro querido Zapatero, sí, ese mismo que vendió la economía española como la mejor de Europa en la Champions, y el cual poco tiempo más tarde reformó la ley 135 de la Constitución, para poner el pago de la deuda de manera prioritaria sobre el interés social y el pago de ayudas sociales. Adalid de la democracia vaya, todo un ejemplo a seguir.


 Lo dicho, parafraseando a Los Chikos del Maíz, la oposición en Venezuela es fascismo que saquen a los tanques y los pisen como ratas, ya que si no lo hacen así, mucho me temo que el socialismo en este bellísimo país se irá a pique, como parece que va a suceder.


Tira millas.



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