Sofofóbia

¿Por qué el ser humano por antonomasia tiene miedo a saber?

Es increíblemente sorprendente la capacidad del ser humano para estudiar lo que le imponen desde arriba, en una estructura externa, que lo único que hace es que se críe en la cultura de la memorieta, sin aprender a establecer relación cognosciva alguna entre lo que aprende nuevo y los conocimientos adquiridos con anterioridad, en otra fase de la enseñanza. Esto hace que las personas hayámos desarrollado una especie de fóbia a aprender, de ahí el título, ya que sofos, en griego, significa conocimiento o sabiduria. Este miedo, irracional al apredizaje que no está estandarizado u oficializado, produce seres humanos sin inquietudes de ningún tipo, que no desarrollan su espíritu crítico, el cual es necesario para la transformación de la sociedad y la mejora de las personas, al igual que la comprensión situacional, que se ve totalmente adulterada por un sistema de valores que no está establecido en la sociedad, ya que se mueve entre la educación de los que solo enseñan a memorizar, y la educación de los que enseñan a pensar, cuya educación es la más importante, porque está sometida a juicios de valor, con una fuerte carga connotativa que hace que este tipo de educación sea de caracter moral y ético a lo largo de la historia. De hecho este tipo de educación deriva en el comportamiento que lleva a la transformación social y la independencia de pensamiento, la cual es esencial para discernir de manera equitativa, y prácticamente salomónica, en situaciones de conflicto.

Ahora bien, habiendo visto de qué modo, desde la educación adulteran nuestra forma de pensar, podemos preguntarnos el por qué de nuestro miedo al conocimiento, y más en este nuestro país, en el cual hay más miedo en ponerse en frente de un libro que de un toro, lo cual, teniendo en cuenta el carácter autóctono de España, no me extraña nada, donde se elogia la picaresca, y se valora como un modelo de vida, que gira en torno a sacar provecho a las visicitudes de los demás. Bajo mi punto de vista, este miedo, no se atribuye en tanto en cuanto solo al propio miedo, sino a la comodidad, la comfortabilidad de una sociedad amodorrada, que quiere cambiar la sociedad desde su sillón, lo cual es peor incluso que una sociedad inerte, ya que ésta primera no vive concienciada de que hay un ente, por muchos conceptualizada como abstracta, que nos duerme, nos sume en una fase REM permanente para poder obrar a nuestras espaldas como nosotros nunca lo haríamos, pero diciéndonos a la cara que hacen lo que nos prometieron. En resúmen, mentirnos, que es realmente el fin último de la democracia, hacer lo que uno quiere bajo el consentimiento de una mayoría engañada, postrada ante los anhelos megalómanos de un amado líder. Por eso la educación, en parte, se ha tomado como elelmento de adoctrinamiento por parte de los países "democráticos" para instalar un sentimiento de resignación y de que no hay otra alternativa de sistema que en el que nos encontramos. Y aunque sea triste, les está funcionando. La hegemonía cultural de la que hablaba Gramisci se está llevando a cabo pero en sentido inverso, ya que en lugar de hacer que el intelectualismo se lleve a todos los sectores de la sociedad, se está haciendo que nadie pueda ser intelectual aniquilando el espíritu crítico, que como ya he dicho, es elemento clave para la transformación de la sociedad.

Tira millas

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