Lenguaje y periodismo pantuflo
Todo el mundo dice que los medios manipulan, que vivimos engañados por los medios de comunicación, que ya no puedes saber qué es verdad y qué no lo es; lo cual ciertamente demuestra una actitud ante la información de una cierta pasividad, propia del miedo que sume a la sociedad en esa sofofóbia de la que hablabamos en artículos anteriores. Pero para entender esta pasividad, la cual lleva inexorablemente a la ignoracncia basada en el miedo a pensar, debemos ver los antecedentes para poder ponernos en situación, y adoptar una posición de privilegio, debido a su lejanía, la cual permite visionar panorámicamente esta cuestión.
No quiero decir con esto que, entendiendo los principios del lenguaje y como ésta influye en la manipulación, nuestro juicio crítico sea inexpugnable y no sucumbamos a las mentiras de los medios de comunicación, pero tendremos la opción de tener más acceso a bienes lingüísticos para enfrentarnos a dichas calumnias.
El lenguaje es mutable, el signo lingüístico es cambiante, y varía, lo cual permite ambigüedad, no solo en la escritura, sino también en la interpretación del lector, que se ve apelado por una información la cual no debe asumir como propia sin antes contrastarla con otros medios que sean plurales, lo cual cada vez es más preciado, por su escasez. El lenguaje también esarbitrario, lo cual es evidente, por el vaivén de noticias que toman diferentes carices según la linea editorial del medio en cuestión.
No se busca vender la verdad. Se busca vender lo primero, vender la primicia. No importa si no es verdadero. No importa si con lo que se publica se miente, ni cuantas cabezas se lleve por delante, incluso violando la ley, en aspectos tan básicos como la presunción de inocencia de una persona, o llegando a calumniar sin fundamento, aún cuando el Tribunal Supremo, te tumba cinco veces tus "primicias", ya bien sean sobre Cubazuela del Norte, el filoetarrismo agudo; o sobre la manutención a los hijos que se deja de pag... Perdón, esto no es lo que quería decir. Pobre Eduardo. No tiene dinero. ¿Lo próximo será apracar en el carril bus como Espe o Soraya, para comprar ropa en el Primark?
Lo mejor de todo este circo de la "información" son los motivos que se agregan a toda esta concatenación de mentiras, ya que como vi el otro día en una entrevista a este personaje, decía que, publicaba esta información porque no quería ver España gobernada por un grupo de personas que sumieran al país en la pobreza y la delincuencia. ¿Más? Eduardo, trece millones de personas viven en riesgo de pobreza y exclusión social, somos el país más desigual de Europa después de Rumanía, la pobreza afecta al veintidós por ciento de la población, la pobreza infantil afecta a tres de cada diez niños, y no me refiero a pobreza la cual viene porque sus padres no les paguen su manutención, sino una pobreza la cual no les permite comer tres veces al día. Nuestra gente se va al extranjero a ración de 72 personas por día, para buscarse la vida, porque aquí no pueden aspirar a nada. Nada, lo que valen tus "primicias", hechas para infundir un miedo en la población que, tristemente está calando más de lo que nos gustaría. Por suerte, cada vez son más las cabezas lúcidas que aprenden a desarrollar un pensamiento crítico que les proporciona la independencia de pensamiento necesaria para contrastar las informaciones que reciben y no verse abrumados en nubes de información, poco saludables para la salud de la democracia, ya que la democracia se acaba cuando el pueblo, la verdadera esencia de la democracia, no es libre para discernir objetivamente entre lo que es cierto y lo que no.
Tira millas.
No quiero decir con esto que, entendiendo los principios del lenguaje y como ésta influye en la manipulación, nuestro juicio crítico sea inexpugnable y no sucumbamos a las mentiras de los medios de comunicación, pero tendremos la opción de tener más acceso a bienes lingüísticos para enfrentarnos a dichas calumnias.
El lenguaje es mutable, el signo lingüístico es cambiante, y varía, lo cual permite ambigüedad, no solo en la escritura, sino también en la interpretación del lector, que se ve apelado por una información la cual no debe asumir como propia sin antes contrastarla con otros medios que sean plurales, lo cual cada vez es más preciado, por su escasez. El lenguaje también esarbitrario, lo cual es evidente, por el vaivén de noticias que toman diferentes carices según la linea editorial del medio en cuestión.
No se busca vender la verdad. Se busca vender lo primero, vender la primicia. No importa si no es verdadero. No importa si con lo que se publica se miente, ni cuantas cabezas se lleve por delante, incluso violando la ley, en aspectos tan básicos como la presunción de inocencia de una persona, o llegando a calumniar sin fundamento, aún cuando el Tribunal Supremo, te tumba cinco veces tus "primicias", ya bien sean sobre Cubazuela del Norte, el filoetarrismo agudo; o sobre la manutención a los hijos que se deja de pag... Perdón, esto no es lo que quería decir. Pobre Eduardo. No tiene dinero. ¿Lo próximo será apracar en el carril bus como Espe o Soraya, para comprar ropa en el Primark?
Lo mejor de todo este circo de la "información" son los motivos que se agregan a toda esta concatenación de mentiras, ya que como vi el otro día en una entrevista a este personaje, decía que, publicaba esta información porque no quería ver España gobernada por un grupo de personas que sumieran al país en la pobreza y la delincuencia. ¿Más? Eduardo, trece millones de personas viven en riesgo de pobreza y exclusión social, somos el país más desigual de Europa después de Rumanía, la pobreza afecta al veintidós por ciento de la población, la pobreza infantil afecta a tres de cada diez niños, y no me refiero a pobreza la cual viene porque sus padres no les paguen su manutención, sino una pobreza la cual no les permite comer tres veces al día. Nuestra gente se va al extranjero a ración de 72 personas por día, para buscarse la vida, porque aquí no pueden aspirar a nada. Nada, lo que valen tus "primicias", hechas para infundir un miedo en la población que, tristemente está calando más de lo que nos gustaría. Por suerte, cada vez son más las cabezas lúcidas que aprenden a desarrollar un pensamiento crítico que les proporciona la independencia de pensamiento necesaria para contrastar las informaciones que reciben y no verse abrumados en nubes de información, poco saludables para la salud de la democracia, ya que la democracia se acaba cuando el pueblo, la verdadera esencia de la democracia, no es libre para discernir objetivamente entre lo que es cierto y lo que no.
Tira millas.
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