La vena de Stalin

¿Por qué a los comunistas nos sale la vena de Stalin?

Me explico, que esto de empezar in media res es un poco abrupto, y no aclara nada.
Se nos educa desde siempre en la cultura de la moderación, tratando de decirnos siempre que no está bien que basemos nuestro amor en una ideología en base al odio hacia otra, que debemos deshechar la idolatría que se procesa desde el sector más ortodoxo de la izquierda, véase el amor por los grandes mitos como puedan ser el propio Stalin, Mao Zhedong, Fidel Castro, el Ché, y un sinfín de líderes, que desde la izquierda son descritos por "sus luces y sus sombras", para intentar paliar el peso de unos actos, que independientemente de si son por parte de la derecha o de la izquierda, son monstruosos. Por eso me molesta en ocasiones la gente que defiende las purgas de Stalin, ya que sin ellas la URSS habría seguido siendo semifeudal, o los que defienden las matanzas que se llevaron a cabo durante la revolución cultural en China. Como estos, ejemplos hay muchos, y todos ellos condenables, ya que nada justifica matar a un ser humano. Se puede privar de muchos aspectos, bien sea la libertad, u otros aspectos a las personas, pero nunca se les debería privar de la vida, ya que la vida, está por encima de cualquier ideología.

Pero a veces, por diversos motivos y numerosas circunstancias, a nosotros (no diré la izquierda porque eso sería autonominalizarnos de una manera un tanto egocéntrica, y lo cual daría para un debate), nos sale una especie de síndrome de Tourette, cuando nos sentimos amenazado en nuestro orgullo, o sentimos que nos están quitando lo que es nuestro, llámese libertad, llámese derecho, llámese como se llame; y entonces afloran en nuestro corazón, no en nuestra cabeza, ya que si lo racionalizáramos, no llegaríamos a ese lugar recóndito que nos hace decir frases como "el 11 de Septiembre fue justicia, no un drama", "las purgas de Stalin están justificadas porque si no, no podría haber liberado a la URSS de la semifeudalización y los kulaks, que no gulags", "Los muertos de la guerra civil por parte del bando republicano están justificados, porque defendían la democracia".

En esta cuestión hay que ser taxativo, y sin lugar a dudas por miedo a que nos tomen por revisionistas: Ningúna convicción ni ningún objetivo, legitiman la privación de la vida a un ser humano, por noble que sea la causa. Y esto lo digo yo, que he llegado a decir que los millones de muertos de Lenin, estában justificadas, gracias a que muchos millones de personas llegaron a vivir mejor y con más recursos. Es cierto, llegaron a vivir mejor, pero también podrían haber vivido mejor si los kulaks o propietarios de medios de producción hubieran estado en la cárcel, en Siberia, al fresquito. Una reforma, ya bien se llame plan quinquenal o revolución cultural, no legitíma para llevar a cabo una masacre. Para mantener a raya a los opositores que intentan reventar el triunfo de la Revolución, están, repito, las cárceles, como se ha hecho en Venezuela con Leopóldo López, el cual, de hecho, no está en la cárcel por ser opositor, como dicen los sectores más reaccionarios, conservadores, y cavernarios de la derecha de este país, sino por incitar a la violencia, lo cual es justo.

La vena de Stalin (como me permito el lujo de bautizarla, bueno no, bautizarla no, que luego viene a casa de misa con el culo escocido) es un mal que, ciertamente a todos los comunistas nos afecta, el que diga que no, miente. Es que es la degeneración de nuestros ideales llevada al máximo extremo, llevada a cabo por un sentimiento de enajenación, no muy lejana a la que usaba Marx para hablar sobre la alienación de los trabajadores. Una enajenación que, aunque nosotros intentemos evitar, siempre va a salir, y no debemos sentirnos avergonzados de sentirlo, porque bajo mi punto de vista, es algo que nos mantiene despiertos y evitar que el sistema nos aliene, nos absorba de una manera en ningún caso parcial, sino total y absoluta, ya que el fascismo, y más este fascismo del siglo XXI, que se viste de traje y corbata, abduce a las masas para tenerlas adiestradas, de una manera no muy disitntas de la del palo y la zanahoria, en un afán por conseguir ilusiones, metas vanas que llevan a una falsa seguridad que en ningúna caso es real.

Recordad, la vena está bien, pero no nos alteremos hasta el punto en que nos explote.


Tira millas.


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