¿Por qué SÍ a la República?

Una gran parte de la gente de mi entorno me preguntan por qué salgo a manifestarme el 14 de Abril, por qué llevo chapas de la tricolor en la solapa de las chaquetas, por qué me identifico como republicano, por qué, en definitiva, comparto los valores de una institución jerárquica que pone la igualdad antropocéntrica de todos los seres humanos. Debemos recordar siempre que me refiero a República, como la del `36 del Frente Popular, que fue la que realmente dio poder a la clase trabajadora, y luchó por defender los derechos desde la instancia más poderosa que se podía hacer, el Gobierno. No estamos hablando de la CEDA, ni nada parecido. Tampoco de la primera República, que demostró con la posterior restauración borbónica, que el mensaje republicano no había calado en la sociedad.

Mi respuesta a esta pregunta es siempre la misma. Y no es que tenga una sola vertiente, ya que consta de numerosos vértices y aristas. Una de ellas es que la República aboga por la igualdad de todas las personas, porque defiende los derechos de las mujeres, que logaron votar en primera vez en la II República, porque forma a la gente y pone la educación al alcance de los que no se pueden pagar una educación, una educación que sea laica, gratuita y universalizada, porque le da voz a los que no tienen ni recursos materiales ni la posibilidad de hacerlo, porque es la institución más legítima que existe, y da lugar a los regímenes más igualitarios de la historia, a parte de proporcionarnos los líderes como Fidel Castro, Ernesto Guevara, Lenin, Mao, a parte de las aportaciones que estos han hecho en el ámbito de la cultura y la concienciación de las masas.

Antes de explicar los motivos por los que soy republicano he de decir antes, con pena y resignación, por el momento, que sinceramente no creo que la III República esté cerca, debido a que cuando voy a las marchas el 14 de Abril, cuando hablo con gente que se autodenomina republicana, no noto un compromiso que vaya más allá de agitar la tricolor en las manifestaciones, y una mera negación de la monarquía, que de hecho es la institución más corrupta de este maldito país, como dice Eskorbuto.
El republicanismo debería estar guiado por un sentimiento de amor y respeto por los derechos, a la libertad, al compromiso de cumplir un contrato que nos hace iguales entre nosotros, en derechos, deberes, y dignidad. No debería estar motivada por un mero sentimiento de rechazo hacia un sistema antagonista, desfasado a todas luces y que potencia el carácter corrupto del ser humano.

Soy republicano porque quiero la igualdad entre ambos sexos, ya que como dicen, la revolución, o será feminista, o no será. Porque una sociedad que no estimula la función  de la mujer dentro de la misma sociedad y no la igual al nivel del hombre, es como una persona que va al gimnasio y solo ejercita un brazo de los dos que tiene.

Soy republicano porque quiero una educación que eduque a los militares, y militarice a los intelectuales. Que de una educación de calidad, gratuita, para todos y todas. Una educación basada en principios de igualdad, de cooperación y de compromiso. En definitiva, una educación que consiga ser un reflejo de la sociedad, lo cual significará que habremos conseguido tocar la utopía a la que aspiramos todos con este proyecto común. Que consiga que la hegemonía cultural de la que hablaba Gramisci, se consiga consolidar y extender a todos los ciudadanos, que desarrollen pensamiento y conciencia crítica, capaz de transformar la sociedad.

Equidad y libertad. Pan, techo y educación.

Tira millas.

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