¿Somos tontos?

Digo yo, como pregunta existencial.


Esta mañana al levantarme como cada mañana, he entrado en mi tablet, he leído el diario Público en compañía de un tazón de cereales con leche y una manzana, ya la par que iba leyendo, me iba haciendo esta pregunta cada vez más fuertemente, ya que es la única respuesta que veo lógica ante la aceptación de los hechos que han acontecido hoy, y que posterior y he podido leer en el periódico.


Han detenido durante esta semana al ex presidente de Madrid, Ignacio González, y hay realmente más de 12 personas acusadas en la Comunidad de Madrid de corrupción por diferentes casos. Han hecho de la Comunidad de Madrid con su corrupción su coto privado, y este hecho ha propiciado que, para entender lo que sucede en la Comunidad de Madrid, al igual que en la Comunidad Valenciana, o en cada vez los más grandes feudos del Partido Popular haya que leerse el padrino, ya que si no es incomprensible: La gestión de esas comunidades se parece más a la de la familia Al Capone que a la de una organización política, ya que ni siquiera hace falta irnos a altos cargos del partido para poder ver casos de este tipo, porque incluso el hermano de Ignacio González ha sido detenido y su casa ha sido registrada por otro caso de corrupción que le asociaba con unos negocios con muy poca transparencia y bastante corrupción en Venezuela. Vaya, en Venezuela. Seguro que estaban ahí Pablo Iglesias y el dale que te pego con los bolívares. Lo peor de todo es que todo concluirá y se continuará diciendo que los que cometen actos de poca transparencia y corrupción en Venezuela son los dirigentes de Podemos. ¡Manda cojones!


Pero claro, una vez más si hablamos de corrupción, no podemos olvidarnos de la monarquía, como no, ya que esta mañana al igual que se leía en una de las secciones del periódico los casos de corrupción cada vez nuevos, imperantes, casi canónicos ya que repiten el mismo patrón de conducta en todos los sitios donde gobierna el Partido Popular, aparecía la noticia de que el Compiyogui de la Letizia Ortiz, ha sido detenido por un caso de corrupción, pero claro esto hay que contextualizarlo en la monarquía, donde el delito, la estafa y el timo es la no excepción que sí confirma la regla, ya que la monarquía en sí es corrupta y corruptora. Pobrecita la reina Leticia ¡A quién llamar a Compiyogui ahora!  ¡Oh, la Reina está de luto!  ¡Pobrecita la reina se ha quedado sin amiguete!


Pero bien ¿En que desemboca todo esto? Todo esto desemboca en cada gente le sigue pareciendo bien la monarquía, esto desemboca en que la gente sigue pensando que la Monarquía es legítima, desemboca en la gente si hubiera un referéndum para elegir el modelo de estado seguiría eligiendo la monarquía a pesar de los innumerables casos de corrupción que han protagonizado a lo largo de su historia, no sólo reciente sino historia total y completa.


Eso también desemboca en que la presidencia de la Comunidad de Madrid la sigue teniendo el Partido Popular, esto significa que Esperanza Aguirre a pesar de sus sapos, no dimitirá y no irá a la cárcel, al igual que significa que la gente sigue votando al Partido Popular, no solo a nivel provincial o de Comunidad, sino también a nivel estatal. Suma y sigue, suma y sigue, suma y sigue...


No escarmentado. ¿Somos tontos? Yo me lo pregunto.


Tira millas.











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