Semana podrida, pero Santa

Dícese de un Estado laico o secular aquel estado, y por extensión, una nación, o un país independiente de cualquier organización o confesión religiosa, o de toda religión, y en el cual las autoridades políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada, ni las creencias religiosas influyen sobre la política.

¿Vivimos en un estado laico? Esa es una buena pregunta para empezar esta entrada, ya que deberíamos preguntarnoslo en estas fechas tan señaladas ¡Oh, nuestro Señor! Se acerca la semana más corrupta, y la más representativa de la podredumbre que crece en este país, una especie de fiesta con jolgorio, luces y cohetes, en las que la hipocresía de los más pintados sale al reducir con todo su esplendor, aunque realmente, no deja de ser la esencia del catolicismo: putear a tus iguales durante toda la vida y luego pedir perdón, arrepentirte, echar un par de lágrimas en el momento de antes de tu muerte y hala, apañao'. Pues bien, esto es parecido, ya que gente que va diciendo por ahí barbaridades, será protagonista durante estos días, como el arzobispo de Gran Canaria, que dijo que una actuación ganadora de la Gala Drag Queen es peor qué un accidente de avión con víctimas mortales, un cardenal como el de Valencia, Cañizares, que decía que los homosexuales están enfermos y habría que meterlos en vereda con tratamientos psicológicos y farmacológicos, saldrán a dar un ejemplo de auténtica caridad cristiana, auténtico amor por el prójimo, y un auténtico ejemplo de honestidad intelectual. Bueno, toda la honestidad intelectual que se pueda tener siendo miembro la institución más corrupta de nuestro país, junto a la monarquía.

 Pero esto no es lo peor ya que si fuera solo por hipocresía, pues bueno, pero el problema viene cuando vemos las cifras que se gasta el Estado, con nuestro dinero, lo queramos o no, en esta fiesta de la hipocresía eclesiástica. Para ello solo tenemos que ver un ejemplo, Sevilla, esa ciudad que realiza más de 100 pasos en la calle, tiene a su disposición más de seis mil nazarenos, y un millón  de espectadores. ¿Cuánto gasta Sevilla en Semana Santa? Pues bien, insisto, de nuestro dinero Sevilla gasta ni más ni menos que 5,2 millones de euros en esta oda a la mentira, recordando siempre, obviamente, que estamos en un Estado laico y aconfesional. Claro, este Estado tiene de laico y de aconfesional lo mismo que cuando vivía Franco, ya que vivimos en un nacionalcatolicismo arraigado en las instituciones, en el gobierno, ya que el PP no deja de ser una evolución del franquismo, porque fue fundado por 5 ministros de Franco y por las medidas que toma. Y lo peor de todo, un nacionalcatolicismo qué más que nunca a día de hoy está arraigado en los corazones de la gente, lo cual es lo más preocupante de todo. Con todo esto no estoy diciendo que no haya gente que no sienta de verdad la Semana Santa y que la viva con pasión y con sentimiento. Únicamente digo que se la paguen ellos, y yo creo que eso sería encontrar un término medio, ya que mucha gente como yo estaríamos encantados de que esa fiesta de la hipocresía se cancelase, se aboliese, y no se volviesese a celebrar nunca jamás.


Hay una frase que me encanta la cual menciona que el que quiera un cura, que se lo pague, o al menos así debería ser en un estado laico y aconfesional en el que como mencionamos al principio, el Estado es independiente de cualquier organización o confesión religiosa, o de toda la religión en el cual las autoridades políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada, ni las creencias religiosas influyen sobre la política, como el Estado en el que vivimos, en teoría.


Si esto es un estado laico, nunca mejor dicho, que baje Dios y lo vea.


Tira millas.





































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