Por generación espontánea
No dejo de ver, asomobrósamente, cómo nacen cada vez más hombres feministas en cuanto empiezan a rondar las fechas cercanas al 8 de Marzo en el ámbito univeritario. Me sorprende mucho, porque no lo hacen mediante un ejercicio de deconstrucción que les hace ver las, aún a día de hoy, enormes desigualdades sociales, económicas y políticas de género que imperan en el modelo de producción capitalista neoliberal. Tampoco lo hacen mediante la lectura, mucho menos mediante las conversaciones con alguna compañera feminista de sus clases.
Defienden mensajes feministas leídos en muros de Facebook y citas de Twitter para exponer la idea de que ellos también quieren hacer huelga para solidarizarse con el movimiento. El problema viene cuando se les dice que la huelga es sólamente convocada para las mujeres, ya que lo que se busca es visibilizar la repercusión que tiene en la sociedad y la economía de mercado su inactividad. ¡Ojo! También se les dice que la manifestación es una invitación mixta, para todo el mundo que esté en contra de la opresión patriarcal y el machismo que impera en nuestra sociedad y nuestra economía. Se les recalca una y otra vez, para que quede claro.
Llegados a este punto es donde se produce la magia; la magia de poder ver cómo dicen que entonces, si no hacen huelga, no van a la manifestación. La magia del interés de feministas de quita y pon que no buscan otra cosa sino sacar tajada de todo aquello que les pueda ser beneficioso en cualquier sentido. Instrumentalizan las luchas para poder sacar provecho de ellas, de una lucha que se está llevando a cabo a modo de protesta porque en nuestro país matan mujeres, violan mujeres, agreden verbal, sexual y físicamente a mujeres.
¿Y todo por qué? Por ser mujeres. Por una educación heteropatriarcal que nos educa a los hombres para ser dominadores, para creernos superiores, para asumir roles de género que en muchos casos, algunos no queremos asumir, castigando en ese caso la salida de tono del loco de las coles como "feminazis", en el mejor de los casos.
No instrumentalicéis las luchas, no seáis gañanes.
Tira millas.
Defienden mensajes feministas leídos en muros de Facebook y citas de Twitter para exponer la idea de que ellos también quieren hacer huelga para solidarizarse con el movimiento. El problema viene cuando se les dice que la huelga es sólamente convocada para las mujeres, ya que lo que se busca es visibilizar la repercusión que tiene en la sociedad y la economía de mercado su inactividad. ¡Ojo! También se les dice que la manifestación es una invitación mixta, para todo el mundo que esté en contra de la opresión patriarcal y el machismo que impera en nuestra sociedad y nuestra economía. Se les recalca una y otra vez, para que quede claro.
Llegados a este punto es donde se produce la magia; la magia de poder ver cómo dicen que entonces, si no hacen huelga, no van a la manifestación. La magia del interés de feministas de quita y pon que no buscan otra cosa sino sacar tajada de todo aquello que les pueda ser beneficioso en cualquier sentido. Instrumentalizan las luchas para poder sacar provecho de ellas, de una lucha que se está llevando a cabo a modo de protesta porque en nuestro país matan mujeres, violan mujeres, agreden verbal, sexual y físicamente a mujeres.
¿Y todo por qué? Por ser mujeres. Por una educación heteropatriarcal que nos educa a los hombres para ser dominadores, para creernos superiores, para asumir roles de género que en muchos casos, algunos no queremos asumir, castigando en ese caso la salida de tono del loco de las coles como "feminazis", en el mejor de los casos.
No instrumentalicéis las luchas, no seáis gañanes.
Tira millas.
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