¿Hasta cuando?

Ha salido un estudio del diario El Confidencial, cuantificando la cantidad de víctimas, de mujeres asesinadas desde el año 2010 hasta el año en que estamos, y como no podía ser de otra manera, los resultados son escalofriantes. Un total de más de ochocientas cincuenta mujeres han pasado a formar parte de este lamentable escenario, el cual no parece tener un futuro muy halagüeño, debido a la cultura que estamos inculcando a la juventud más temprana, la cual está siendo criada en la cultura de la ampliación de esa grieta divisora que suponen los roles de género, que condenan a las personas a tener que cumplir un determinado rol o papel, impuesto por la sociedad, y lo que es peor: Propulsada, mantenida y reproducida por las propias familias, lo cual es como para echarse las manos en la cabeza.


Que vivimos en un entorno en el que el concepto de espacio feminista no es, ni entendido ni compartido por la mayoría social, no es ninguna sorpresa. Pero si a eso, además le sumamos el sistema de producción heteropatriarcal capitalista, un sistema en el que en muchos casos hay una dependencia de la mujer hacia el hombre, se genera el caldo de cultivo perfecto para que se de una situación de dominación de un género sobre el otro, donde crece el machismo más recalcitrante y asqueroso, por el simple hecho de que el "macho alfa" de turno se cree con la potestad de controlar y dominar a su pareja por esa diferencia económica y de dependencia. Normalmente eso suele tener un mal final, e hilando con el tema  principal, tenemos que preguntarnos hasta cuando vamos a seguir permitiendo que estas situaciones se sigan dando, más en una cultura como la nuestra, la española, una cultura que históricamente ha sido y es, machista por naturaleza. Una cultura basada en una religión y una iglesia que no permite que las mujeres ocupen cargos de poder en su institución, una cultura que ante la mínima queja por una situación tan insostenible y de opresión como la que vivimos, te llama feminazi, tratando de ridiculizar un movimiento que lo único que busca es la lógica: que haya una igualdad de derechos y oportunidades entre los dos sexos. Y claro, no podía faltar el cuñao que dice: "Ni machismo ni feminismo, sentido común", o el que te viene con la cantinela de que el hembrismo es peligroso. El hembrismo, esa ideología que en toda su historia se ha cobrado la friolera de CERO víctimas, no solo mortales, sino de cualquier tipo. ¡Venga machito, a tu casa! Tampoco debemos olvidar que es una cultura que ha tolerado la violencia machista como algo natural, que la ha asumido como elemento de establidad del hogar. Ridículo, pero es la sociedad que tenemos, tristemente.




Ante esto, como siempre suelo decir, quizá por deformación profesional, la respuesta es la educación. Considero que sólo mediante una educación que castigue moral y legalmente el machismo o cualquier tipo de discriminación, que favorezca y propicie un espacio libre de sexismo en el ámbito social y laboral, se puede llegar a aspirar a ser una sociedad que, mínimamente se pueda considerar digna, ya que una sociedad que humilla a la mujer, la veja y la mata, no es digna de ser llamada digna.


Tira millas.


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