De$igual

De un tiempo a esta parte, estaba dentro de toda lógica el hecho de que tener trabajo, en mayor o menor medida, te podía facilitar, o al menos garantizar tener una vida digna, la cual pudieras vivir, no de manera holgada, como la mafia de la Familia Real, la cual lleva siglos viviendo del cuento, sino con lo justo y necesario para poder llegar a fin de mes y ahorrar un poquito para lo que fuera saliendo, dicho de una manera un tanto llana. Pero tenemos un problema. Un problema que nos lleva afectando un tiempo, y el cual es inherente a la crisis actual que estamos viviendo en España, en Europa, y en general en todo pero sobre todo en España, a raíz del boom de la burbuja inmobiliaria. Este problema el cual hemos mencionado con anterioridad, no es otro que la precariedad laboral, la cual bajo mi punto de vista está en contra de toda lógica, como he dicho al principio de la entrada, ya que si la lógica de un trabajo, o mejor dicho, la finalidad del mismo es asegurarte o garantizarte una vida digna, la cual puedas vivir con mayor o menor holgura, pero con la seguridad de que nunca te va a faltar pan ni a ti, ni a los tuyos. Esta lógica se está viendo en muchísimos casos reducida al ridículo, ya que como podemos ver en numerosas ocasiones, el trabajo en España ya no te garantiza nada, pero esto tan solo es palabrería, si no va acompañado de datos. A continuación, veremos porque España está en las primeras posiciones de pobreza y precariedad en estos últimos 4 años, debido a su ausencia de políticas sociales públicas, y de ayudas a los más desfavorecidos, lo cual ha elevado la tasa de pobreza de desempleo de larga duración y de precariedad laboral en nuestro país.

Desde hace bastante tiempo, muchas empresas quedan sin representación sindical que promuevan las vías legales para defender los derechos, y así los empresarios tienen más margen de maniobra para saltarse la legalidad, especialmente en un país como el nuestro, donde la mayoría de los trabajadores lo ignoran, y se deben subrayar dos consecuencias de la flexibilización y los contratos temporales, como son las jornadas más largas y los horarios variables, a voluntad de la empresa, ya que se pueden leer relatos de personas que trabajan 12 horas diarias o 50 horas semanales sin percibir las horas extras. De aquí viene otro dato más el cual es que la mitad de las horas extraordinarias no fueron pagadas según la EPA, y también se viene denunciando una actividad digamos de una dudosa legalidad y de una dudosa moralidad y etica, que es el abuso de becas en las empresas, unas becas falsas que no hacen más que sustituir a trabajadores por un sueldo más barato, a la vez que precipitan el retraso del acceso al mercado laboral, y mientras en el PP ¡fiesta, alegría! ¡Claro que sí, sintámonos orgullosos de la ministra que tenemos! ¡Claro que sí, Fátima Báñez, fiesta, alegría! Por qué no sentirnos orgullosos de una mujer que ha llevado a cabo una reforma laboral la cual ha dejado la mayor precariedad de la zona euro, y dicha reforma laboral fue uno de los proyectos estrella de la legislatura de Rajoy. Una reforma que se nutre de las recomendaciones que dicta la Comisión Europea, y la cual ha hecho que hoy día seamos el país que lidera la precariedad en la zona euro, encabezando los contratos temporales con un 25,2%. Con esta reforma, las líneas rojas de nuestro sistema laboral han saltado. La contratación indefinida pierde sus características de seguridad y pasa a ser un contrato que es poco seguro, inestable y otra consecuencia de esta reforma laboral, es que se está produciendo una precarización que no genera empleo, sino que lo destruye, ya que por ejemplo, los jóvenes estamos empezando a dejar de ver el trabajo como algo digno y con derechos, y estamos creyendo que vender nuestra mano de obra en las condiciones que pide al empresario es normal, ya que no nos queda otra opción lo cual bajo mi punto de vista es lo que está haciendo que muchísimos jóvenes se vayan al extranjero a trabajar, ya que no ven esperanza en este país de mierda, del que tantos se sienten orgullosos al sacar la banderita el 12 de Octubre. Orgullo de sentirse español. ¿Orgullo de sentirse español? Para mí eso no es patriotismo. Para mí, patriotismo es cuidar a la gente de tu país, y cuando digo a la gente, digo a toda la gente. Pero claro, cómo vas a cuidar a la gente cuando estás preocupado de ser el intermediario del Trump, con Latinoamérica. ¡Si es que se te desborda el trabajo, amigo mío!


Y mientras tanto, como he dicho antes, ¡fiesta, alegría! El PP sigue teniendo más votos. Por qué no celebrarlo, si en este país de castañuela y pandereta la gente mientras más les roba la clase política, la cual se ha convertido en una piara que se reboza en el dinero público, cuan lodazal, para el disfrute privado de unas pequeñas minorías; más les vota.


Tira millas.






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