Desenfocado

Madrid ha sido este año la capital mundial del Orgullo LGTB y eso da mucho que hablar, en mi caso mucho que pensar, a la postre de los acontecimientos que se han vivido en nuestra capital y en otras muchas marchas que se han llevado a cabo en España.

Una de las cosas que decía Marx en el Manifiesto Comunista era que el capitalismo había creado maravillas más grandes que las pirámides de Egipto, pero que también tenía un afán de abarcabilidad que buscaba,  a parte de concentrar el capital en pocas manos, abarcar todo lo posible con su mano y relacionar cualquier tema con el capital, con el objetivo de enriquecerse y que la economía se centren en el capital en su totalidad, independientemente de su característica especifica. Ahora bien ¿Por qué digo esto y qué relación tiene con las marchas LGTB y que se han hecho en España?

Vamos a verlo.

Hemos podido comprobar como lo que decía Marx era cierto, mediante la moda que se está instaurando, cuando se ven las camisetas que Inditex diseña en las que se menciona que todos deberíamos ser feministas, cuando el dueño de esa marca explota a mujeres y a niños con jornadas de más de quince horas de trabajo cobrando poco menos de tres euros al día. La frivolidad del capitalismo no tiene límites. A esta reflexión quería yo llegar,  ya que en este momento se han vivido bajo mi punto de vista momentos bochornosos, no por situaciones concretas ni específicas, sino por imágenes, spots y propaganda que lo único que hacían era utilizar el Día del Orgullo y la marcha LGTB para instrumentalizar esa lucha en beneficio del capital, que como hemos dicho antes, busca abarcar todo, incluso aquello con lo que es contradictorio de base.

Esto desde mi punto de vista no hace más que quitar la careta de todas aquellas empresas cuyo único interés es la acumulación de capital, ya que mediante el ejercicio de esta conducta no hay un interés sincero por la igualdad real,  una promoción adecuada y un apoyo sincero a la comunidad LGTB, sino que más bien muestran la hipocresía de todas estas marcas que lo único que defienden es aquello que les conviene para sus bolsillos y que ven este movimiento, esta lucha, como una oportunidad para poder cargar la hucha de billetes. Una moda,  un simple movimiento transitorio.

Un favor.  Sinceramente, dejad de hacer el ridículo, sacad vuestras sucias manos imperialistas y manchadas de dinero de esta lucha y tratad con un poco más de respeto a este movimiento, puro, pero que se ve manchado por la injerencia de basura como vosotros, como el capitalismo en general, que solo defiende los movimientos sociales en tanto a que generen una movilización que produzca un consumo. Eso no es verdadero interés por la lucha de un colectivo.

Gracias.



Comentarios

  1. Gran post, es vergonzoso ver cómo las empresas ridiculizan y usan esta noble lucha para lucrarse.
    Buen punto el citar a Marx, llevaba mucha razón.

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