Feminismo de clase: una reflexión

Debido a que en las últimas entradas del blog me he extendido, digamos más de la cuenta, en esta intentaré sintetizar una reflexión que no para de rondar mi cabeza, debido a la lectura del libro "Cómo ser mujer" de Caitlin Moran, muy buena columnista y crítica de televisión. Os recomiendo bastante el libro, ya que recorre un largo camino de la sexualidad y el desarrollo femenino durante las diferentes etapas de su vida, y relaciona cómo el feminismo debe estar presente en la vida de todas las personas, sobre todo las mujeres, a lo largo de este proceso, para empoderarlas y darles autonomía de pensamiento y acción en la cotidianeidad.

Si bien es verdad que el libro plantea una perspectiva emancipadora, componente inherente al tratar el feminismo, muchos aspectos del mismo los aborda desde el feminismo liberal en lo económico, presentando unos planteamientos que, en pocas palabras, sólo buscan emancipar a un determinado colectivo social femenino, una sola clase.

¿Cuál? Vamos al lío.

Debemos entender el feminismo como lo que es, un proceso emancipador que buscar alcanzar la igualdad de oportunidades y derechos, asumiendo las diferencias biológicas que separan a los sexos, pero sin establecer jerarquías en ninguno de los casos: igualdad radical basada en el principio más elemental de dignidad humana. Ahora bien. ¿hay varios feminismos?

Como es evidente, alrededor de cualquier ideología rondan numerosas interpretaciones (religiones, movimientos sociales...), y si es en el seno de un sujeto político, mucho más. El relativismo que nos dice que cualquier interpretación de una idea es viable y respetable juega un papel importante aquí, pero el hecho es que se ha demostrado a través de las tres primeras olas de feminismo que han existido, que el feminismo de clase es mucho más emancipador y efectivo que el feminismo liberal (ligado ideológica y materialmente al capitalismo y a su primo de zumosol, el neoliberalismo).

Es esencial si buscamos, independientemente del sexo y el género con el que nos identifiquemos, la libertad y la lucha radical por los derechos y la dignidad de las mujeres, un feminismo de clase, que esté regido por principios de igualdad de clase, de etnia y de género; que llame a la prostitución como lo que es: esclavitud encubierta, que llame a la gestación subrogada como lo que es: mercantilización y cosificación del cuerpo de las mujeres; que sea antifascista y que defienda los derechos de la clase trabajadora, ya que sin igualdad de derechos de la clase obrera, es físicamente imposible llegar a una igualdad material real entre mujeres y hombres.

Tira millas.




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