Balance del año

Se nos acaba el año, quedan ínfimos días para despedir el 2017 y darle la bienvenida a una nueva temporada de conquistas y luchas, decepciones y alegrías, pero sobre todo, un año para mantenernos en la trinchera y seguir manteniendo lo que es nuestro frente a todos aquellos apoderados que se quieren agenciar lo que es de todos.

No creo que sea demasiado fidedigno decir que ha sido un gran año para la defensa de cualquiera de las causas por las que intentamos pugnar. Si bien es cierto que tenemos buenas noticias como el mantenimiento del chavismo en las elecciones a las alcaldías que se produjeron hace menos de un mes, lo que ha conllevado un afianzamiento del movimiento popular venezolano, y ha insuflado valor y coraje a muchas fuerzas latinoaméricanas para seguir en el camino de la consecución del tan anhelado socialismo, que poco a poco parece abrirse paso en américa latina. También tenemos buenas noticias como el triunfo de los estibadores aquí en nuestro país, que a pesar de todo el proceso de demonización al que han sido sometidos, por parte de los medios de comunicación, que intentaban crear un sentimiento de resentimiento hacia la población disfrazando derechos laborales como si fuesen privilegios, han conseguido resistir y poder mantener unas condiciones de trabajo dignas para el ejercicio de una labor tan importante y tan dura como la suya. Otra de las grandes noticias que tenemos este año es que, dentro de las empresas que abandonan Cataluña a raíz del procès, está el PP, que ya figuraba como una fuerza residual, pero que por fin, de la mano del xenófobo y racista Xavier García Albiol, ha quedado relegado al olvido, incluso quedando como sexta fuerza en su propia localidad, lugar donde el pimpinela este llevó a cabo su campaña racista "Limpiemos Badalona". Felicitaciones a los vecinos de esta localidad, ya que por fin ha sido limpiada, pero de los verdaderos parásitos que la habitaban. Es una gran noticia que los vecinos hayan sacado la basura de una vez por todas, que mantenerla, y encima como alcalde, puede ser muy insalubre y produce infecciones. También tenemos buenas noticias en materia de avance en la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI, que ha conseguido que se legalice el matrimonio igualitario en Alemania y otros países de latinoamérica, así como también en Australia. Este año también ha sido el centenario de la Revolución Soviética, lo cual debe servir de concienciación y sensibilización de que aún a día de hoy se pueden cambiar las cosas, y que otro orden social en el que se inviertan los intereses y se prime a la gente por encima del capital, es posible. Tenemos antecedentes que nos avalan y nos pueden servir de punto de partida para poder entender que nadie sino nosotras y nosotros tenemos la capacidad y legitimidad de reclamar lo que es nuestro, y hacerlo de la manera más contundente que consideremos oportuna para conseguirlo.

 Pero no todo ha sido un lecho de flores y buenas noticias, ya que hemos podido ver como se retrocedía en un montón de cuestiones sociales, que en última instancia es lo que más defendemos. Hemos asistido impasibles a la firma de tratados internacionales, que no hacían sino mermar y socavar la dignidad de la clase trabajadora, que poco a poco se ha visto sometida a unos intereses no decididos democráticamente sino por unas élites económicas que solo buscan defender lo que beneficie a su bolsillo, en detrimento de las mejoras sociales y laborales de la clase obrera. Hemos sido testigos de como se han violado derechos fundamentales de las mujeres, como es el caso de Juana Rivas, o como lo es el de la Manada. Y más triste aún, hemos visto como una sociedad machista en su conjunto salía a defender a individuos que han cometido actos de violencia de género, desamparando a mujeres que solo querían lo mejor para sus hijos o poder salir de fiesta en San Fermín sin miedo a sufrir una violación en masa. Notoria ha sido nuestra asistencia al espectáculo que ha supuesto el auge de la extrema derecha a raíz de la cuestión catalana, quitando caretas a todos aquellos que buscaban un mínimo pretexto para saltar como un resorte y poder mostrar a los cuatro vientos la porquería que le corre por las venas y el cerebro, mediante expresiones fascistas como el cántico del "Cara al sol" que se produjo durante el día posterior al 1 de octubre, por parte de unos niñatos en una plaza de Madrid, en una manifestación organizada por Falange. También se ha podido ver la xenofobia que nos corre a muchos de los españoles por las arterias hacia los refugiados e inmigrantes a raíz de los atentados que se han llevado a cabo en las diferentes capitales europeas. Xenofobia que se ha visto en gente ignorante que ni siquiera sabe que en el mundo, el noventa por ciento de las víctimas de terrorismo islámico son musulmanes. Gente estúpida, necia. En un plano más internacional hemos sido testigos también de la barbarie que está suponiendo en Libia el tráfico de esclavos refugiados, que están siendo tratados en condiciones infrahumanas y siendo considerados valor de uso y de cambio, mercantilizados. No ha sido un año especialmente próspero para los Derechos Humanos en general, que se han visto violados y vulnerados en innumerables ocasiones.

Pero empieza otro año, que realmente, no tiene por qué cambiar nada, pero ya que mucha gente entiende el fin de una temporada como un punto de inflexión para empezar a cambiar aspectos en la vida, podemos intentar enfocar el fin de año desde esta perspectiva. Vamos a intentar cambiar cosas. Vamos a intentar que la igualdad que tanto añoramos no crie malvas y que se empiece a cumplir por parte de todos y cada uno de nosotros en todos los ámbitos de la vida, y luchar porque se empiecen a cumplir por parte de quién no lo hace, protestando, gritando, haciendo nuestra la calle y reclamando aquello que nos pertenece de manera inalienable en tanto que seres humanos libres que somos, o que al menos, deberíamos ser. Ahí está el objetivo, ahí está la lucha, y de nosotros depende que seamos capaces de concienciar a aquellos que viven ajenos a la realidad que nos rodea, aquellos que viven alienados por todo un sistema que nos quiere adormecidos y sin sentido crítico de ningún tipo. Ojalá lo consigamos y os conmino a que, desde la unidad, podamos hacerlo juntos.

¡Resistir es vencer! Deseo un buen año para todas y todos, y éxito en la lucha.

Tira millas.




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