Decadencia y degeneración

Hoy es un día triste para el socialismo español. Toda esta semana ha sido triste, con un ambiente de cargado de tensión; la cual ha tenido su cúspide en la segunda sesión de investidura. Me da mucha pena esta situación del PSOE, un partido avocado al fracaso por decisiones totalmente evitables, las cuales han sumido al socialismo español en una sodomización, de la cual le costará muchísimo salir, si es que sale, que no está claro.

No se equivocaba Gabriel Rufián al llamar a la bancada socialista a la cordura, y donde muchos ven ofensa e insulto, no hay más que verdades. Verdad al decir que están traicionando a sus votantes, ya que Antonio Hernando, su portavoz dijo hace unos cuatro meses que la abstención seria poco menos que una puñalada trapera a sus votantes. Verdad al decir que han perdido la conexión con la militancia, la cual solo parece ser importante para nombrar candidatos, pero para quitarlos solo sirve la gestora. Se ve con total claridad que la militancia del PSOE está concebida por los altos cargos como una masa ingente de gente la cual apoya de manera incondicional sus decisiones. Es una pena esto, ya que demuestra la elitización que ha sufrido este partido, y el menosprecio que ha surgido entre los altos cargos, y sobre todo, la desconexión entre la militancia y el alto mando del partido.

Que el socialismo español está tomando un rumbo equivocado no es ni novedad ni sorpresa, pero la degeneración a la que se está llegando no es lógica. Mucha gente me critica por una afirmación que hago, la cual yo creo que es la mejor definición de esta situación: -El partido más importante de la lucha antifascista en la guerra civil junto al PCE, le está entregando el gobierno al partido heredero del franquismo, y a su marca blanca, esa especia de filial que supone Ciudadanos para el PP.

Lo que algunos llaman sentido de estado, es mas bien un ansia por no ver que el PSOE está acabado.
Esto está demostrado porque a una de las pocas mentes lúcidas de este partido, Pedro Sánchez, adalid de la coherencia y la integridad, ha sido expulsado. También se ha intentado silenciar a las voces que pedían coherencia y lealtad a los votantes que, desde 1978, ha hecho que el PSOE sea la primera o segunda fuerza mas votada de la democracia, como Josep Borrell, Miquel Iceta, etc. Voces de cordura aisladas en un ambiente de caos, donde como bien dice Sergio Fajardo se ha visto poca limpieza y muchas manos, mucho tumulto en un proceso de pasokización propio de la altura de Felipe González.

No digo esto con alegría. De verdad, sino con pesar de que el bipartidismo se haya fusionado en un unipartidismo más fuerte, mas hegemónico, mas opresor, y capaz de hacer las delicias de los sectores mas reaccionarios del IBEX, iglesia, etc

Tira millas