Mourinho y lo "políticamente incorrecto"
Desde hace unos días me ha dado por echar la vista atrás y ver algunos clásicos (Madrid-Barcelona) de la época de Mourinho contra Guardiola. Esto me ha hecho pensar que en ciertos aspectos, el deporte es un hilo conductor de la realidad paralelo al que se desarrolla en la sociedad civil con la política reaccionaria. Menudo lío puede parecer, vamos a ver por qué.
Jose Mourinho llegó al Real Madrid en la temporada 2010-2011, debido a que la temporada anterior había levantado la Champions con el Inter de Milán. Este traspaso también se produjo debido a la profunda crisis del equipo de la capital, que no había ganado ningún título y había recibido en su propio estadio un 2-6 en liga por parte del Barcelona. Se decía que con el anterior entrenador, Manuel Pellegrini había mucha mano blanda, que no se entrenaba como se debía, y precisamente por esa razón se llamo al entrenado portugués. Este fichaje desembocó en tres años de mal ambiente, de constantes agresiones verbales entre los dos equipos, e incluso físicas, siendo el cúlmen de esta vorágine un partido de 2012 en el que Mourinho le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova, segundo entrenador del Barcelona.
A pesar de todo lo que produjo, no trajo grandes éxitos al Madrid (1 liga, 1 copa y 1 supercopa), pero su recuerdo como un tipo duro y que no dudaba en decir las cosas tal cual las pensaba (sin pasar ningún tipo de filtro, y en muchas ocasiones faltando el respeto) caló hondo en buena parte del madridismo. De hecho, siempre que vuelve a haber una crisis deportiva o extradeportiva en el equipo blanco, suele rondar su nombre sobre el Santiago Bernabeu: la figura del tipo duro que llega a poner a todo el mundo firme y a trabajar.
En la sociedad, desde mi punto de vista pasa algo similar con la política, más concretamente con la extrema derecha (VOX). Por supuesto, en ningún caso busco relacionar a Jose Mourinho con esta formación, pero es observable que existe un paralelismo en el que la sociedad, muchas veces carente de cultura política, ve en la figura de lo políticamente incorrecto una vía de escape para todos los problemas de la sociedad, simplemente porque les lanza mensajes que quieren oír, claros y concisos, y ni se paran a pensar en lo reaccionarios o irrespetuosos que pueden llegar a ser: se vuelve a imponer la figura de autoridad que "pone a todo el mundo firme".
En ese mismo nivel, podemos estar de acuerdo en que en sus diferentes niveles, VOX y Mourinho (entendiéndolos como la figura antes mencionada) no son un problema, sino el síntoma de la irracionalidad que muchas veces posee a la gente, buscando líderes autoritarios que consideren oportunos todos los medios necesarios para poder cumplir sus objetivos.
Sólo me gustaría hacer una última apreciación: lo políticamente correcto no es lo mismo que la mojigatería. La corrección política es una buena herramienta para evitar que en la sociedad se viralicen los mensajes de odio contra los colectivos minoritarios y la clase trabajadora: un tope con el que las personas reaccionarias se encuentran al intentar atentar verbalemente contra estos colectivos, ya que entonces son socialmente censurados. La mojigatería es solamente la estupidez que emana de la sociedad de redes que está formando seres humanos con mas sensibilidad de que un clítoris.
Tira millas.
Jose Mourinho llegó al Real Madrid en la temporada 2010-2011, debido a que la temporada anterior había levantado la Champions con el Inter de Milán. Este traspaso también se produjo debido a la profunda crisis del equipo de la capital, que no había ganado ningún título y había recibido en su propio estadio un 2-6 en liga por parte del Barcelona. Se decía que con el anterior entrenador, Manuel Pellegrini había mucha mano blanda, que no se entrenaba como se debía, y precisamente por esa razón se llamo al entrenado portugués. Este fichaje desembocó en tres años de mal ambiente, de constantes agresiones verbales entre los dos equipos, e incluso físicas, siendo el cúlmen de esta vorágine un partido de 2012 en el que Mourinho le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova, segundo entrenador del Barcelona.
A pesar de todo lo que produjo, no trajo grandes éxitos al Madrid (1 liga, 1 copa y 1 supercopa), pero su recuerdo como un tipo duro y que no dudaba en decir las cosas tal cual las pensaba (sin pasar ningún tipo de filtro, y en muchas ocasiones faltando el respeto) caló hondo en buena parte del madridismo. De hecho, siempre que vuelve a haber una crisis deportiva o extradeportiva en el equipo blanco, suele rondar su nombre sobre el Santiago Bernabeu: la figura del tipo duro que llega a poner a todo el mundo firme y a trabajar.
En la sociedad, desde mi punto de vista pasa algo similar con la política, más concretamente con la extrema derecha (VOX). Por supuesto, en ningún caso busco relacionar a Jose Mourinho con esta formación, pero es observable que existe un paralelismo en el que la sociedad, muchas veces carente de cultura política, ve en la figura de lo políticamente incorrecto una vía de escape para todos los problemas de la sociedad, simplemente porque les lanza mensajes que quieren oír, claros y concisos, y ni se paran a pensar en lo reaccionarios o irrespetuosos que pueden llegar a ser: se vuelve a imponer la figura de autoridad que "pone a todo el mundo firme".
En ese mismo nivel, podemos estar de acuerdo en que en sus diferentes niveles, VOX y Mourinho (entendiéndolos como la figura antes mencionada) no son un problema, sino el síntoma de la irracionalidad que muchas veces posee a la gente, buscando líderes autoritarios que consideren oportunos todos los medios necesarios para poder cumplir sus objetivos.
Sólo me gustaría hacer una última apreciación: lo políticamente correcto no es lo mismo que la mojigatería. La corrección política es una buena herramienta para evitar que en la sociedad se viralicen los mensajes de odio contra los colectivos minoritarios y la clase trabajadora: un tope con el que las personas reaccionarias se encuentran al intentar atentar verbalemente contra estos colectivos, ya que entonces son socialmente censurados. La mojigatería es solamente la estupidez que emana de la sociedad de redes que está formando seres humanos con mas sensibilidad de que un clítoris.
Tira millas.
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